miércoles, 3 de diciembre de 2014

Principios


Al principio yo sólo quería ser feliz.
Quería una casa, un coche y un marido perfecto
al que créeme, seguro, no se parecía a ti.
Al principio creía en la magia y en las personas,
creía en el mundo y en lo convencional,
creía que en algún lugar de otro continente todos los días salía el sol.
Al principio yo quería escribir,
solía decir que mi sueño era ser columnista,
solía creer que con las palabras alguien me iba a escuchar.
Al principio, un día, deje de ser principio
y en un acto cotidiano encendí la tele.
Los segundos posteriores me parecieron una eternidad,
siglos de sufrimiento en dos segundos de una noticia
que se me iba a olvidar con la siguiente.
Luego vinieron más segundos,
más sucesos,
más personas.
Luego vine yo, la que está aquí ahora:

Quiero utopía,
una vida sin depender de una tarjeta visa,
que no sea siempre el hombre el que mira,
poder ser feliz sin tener que suplicarle al de arriba.

Quiero que pequemos de altruísmo,
que no nos parezca lógico el egoísmo,
que ningún fascista llegue a ser ministro
que el más tonto no explote al más listo.

Ilegal no es pasar droga,
es jugar con la vida de una persona.
No os creo nada y no es culpa vuestra,
es esta sociedad asesina de metas.

Estoy cansada de tanta hipocresía,
de que la pena os dure menos que una raya de cocaína,
de que os vendáis al sistema con una sonrisa,
de tener que escuchar siempre las mismas poesías.

Quiero vivir sin cobardía,
que la lucha sea nuestro día a día,
que no haya gobernantes creyéndose mesías,
que ningún perro policía me ponga la mano encima.

No quiero ni rey, ni ley, ni amo,
ni ninguna persona al servicio del estado.

Quiero viajar muy lejos,
recorrer cada rincón de este mundo viejo,
encontrar un corazón salvaje en cada estación de metro,
sentir que aún podemos arreglar esto.
Quiero saberme completa,
entender que la vida no es más que tener en los bolsillos las maletas,
llenarme de experiencias,
aprender nuevas creencias,
pedirle a mi cabeza respuestas
y encontrarte a ti.
Soñar contigo,
tenerte lejos,
sentir que caminas junto a mí.
Contarte mis sueños,
que me mires como si fuesemos nuevos,
enseñarte todo lo que soñamos vivir.

Sé libre,
vive el momento,
no olvides decirme que sí.
No te pierdas nada,
respira todo lo bueno que nazca,
y acuérdate de mí.




viernes, 14 de noviembre de 2014


No me he olvidado de ti
es sólo que en este tiempo nuevo,
de días largos y noches cortas
de caras nuevas y corazones conocidos
nos volvemos a ver,
cambiados,
siendo nuevos en nosotros dos
después de haber sido otros,
intentando no sentir tanto,
no echar de menos de la misma forma,
no recordar el poema que nos hizo llegar aquí.
Tratamos de decir más palabras de las necesarias
para ocultar lo que dice nuestra cabeza,
nos miramos y cerramos los ojos
o miramos hacia otro lado,
dejando entrever un momento
que será cuando nosotros volvamos a ser nosotros mismos:
esos chicos que una noche dijeron 'sí'
y otra noche muy lejana
dijeron del amor
cosas que nunca creyeron que dirían
cuando se vieron por primera vez.
No me he olvidado de ti,
sigues siendo protagonista de todas mis historias mentales,
todas las caras me parecen la misma si no es la tuya.
El olvido está lejos de besarme

porque no tengo ninguna intención de dejarle pasar
a este desierto lleno de emociones
que llamo vida
con una sonrisa rebelde
y la cabeza llena de pájaros,
alejada del temor,
cerca de cualquier precipicio
que me haga sentir que aún queda algo que perder,
porque lo único que me da miedo ahora,
es que te olvides de mí.
Sólo una canción me salvará.
Una canción lenta
para este mundo rápido
que se olvida de quien es
y se censura por gente anestesiada
de mentiras televisadas.
Sólo busco
que la poesía me haga sentir toda la vida,
contar las horas como si mañana todo se volviese gris,
hablar sin palabras,
que mis sueños siempre terminen en ti,
unos ojos donde poder fingir que no encuentro los tuyos
y que nadie intente venderme el olvido
porque no tengo dinero, ni ganas.


domingo, 26 de octubre de 2014

Libertad



La llamó “libertad”
porque era el nombre más bonito que había escuchado en su vida.
Cuando la conoció ella vestía un abrigo negro, y ojos color tierra
sentada en un banco viendo el devenir de todos los que pasaban por delante.
Él, sin prisa de llegar a una casa donde nadie le esperaba,
sintió su mirada en su espalda
y por primera vez supo qué significaba la palabra hogar.


La llamó “libertad”
y aún sigue intentando explicarla.
A todos los que le preguntan por ella,
a todos los que juran que no existe,
a todos los que le aseguran que nunca va a ser suya.
La explica, con el corazón en la mano,
como quien explica lo que se siente al ver un amanecer.
La explica sin esfuerzo
porque ninguno de ellos sabe escucharlo,
porque ninguno sabría reconocerla.


La llamó “libertad”
y aún la sigue buscando.
En cada vaso vacío,
en cada risa lejana,
en cada mirada profunda.
En cada frase pintada en la pared,
en cada pancarta,
en cada poema,
en cada dibujo,
en cada acorde,
en cada pedazo de arte.
En el rostro de todos aquellos que juraron quererla
y nunca la merecieron.
En cada revolución,
en cada barricada,
en cada grito de alivio.


La llamó libertad
y libertad camina, libre y sencilla,
por todos los lugares que no tienen nombre,
los que no son de nadie,
en los que no existen fronteras ni diferencias.
Brilla, para quienes saben hacerla feliz,
grita, para los que saben escucharla,
canta, para los que viven cogiéndola de la mano
y lucha por aquellos que el mundo olvida.


La llamó libertad
y era preciosa.


miércoles, 1 de octubre de 2014

Vivir


Vivo
sin cerrar ni un momento los ojos
porque no quiero perderme nada;
la sonrisa de cualquier desconocido,
la mirada de mi madre,...
un beso en un parque,
tu suspiro fundiéndose en mi memoria.
Sueño
y vivo los sueños.
Sueño
porque tengo miedo a cerrar los ojos y que sea en vano,
miedo de no tener tiempo suficiente para arreglar este mundo,
de no conseguir ser quien deseo,
de que la realidad me prohiba volver a soñar.
Vivo y por eso leo.
Leo y por eso pienso;
pienso que nunca podréis ver la parte bonita del mundo
si cerráis los ojos cuando veis la mala,
que nunca podréis sentir que no podéis sentir más
si basáis la felicidad en eso que llamáis amor,
si le llamáis amor
a tener con quien compartir vida y cama;
que nunca podréis vivir
si no queréis revolución,
si no queréis ser libres,
si no queréis aprender,
si no queréis volar,
si no queréis sentir,
si no queréis viajar,
si no queréis probar,
si no queréis amar,
si no lo queréis todo.



sábado, 13 de septiembre de 2014

Dos

Estamos sentados al lado
y nunca hemos estado tan lejos.
No miramos al mismo cielo
pero sentimos el mismo miedo a que caiga
y destruya todo lo que construimos
con las dudas y las certezas,
el amor y la cobardía
de pensar en cómo hacerlo bien
cuando no tienes ni idea de qué es lo que quieres hacer.

Tengo tantas cosas en la cabeza
que se me ha olvidado lo último que no te dije
el día que me quedé en silencio mientras tú te abrias
para enseñarme tu corazón
y decirme que no lo había roto yo.
Tengo un odio inmenso a sentir
y un miedo terrible a no sentir nada,
el futuro es el arma que tengo en la mano
y no sé si lleva flores o balas.

Hace tiempo que no nos miramos.
Has convertido todos tus sentimientos en folios en blanco,
yo he tenido que romper los míos,
hemos creado de cada sí cien razones para decir que no,
y hemos llegado a ese punto en el que cada movimiento de uno
es un dolor del otro.
Hemos aprendido a llenar
los momentos de silencios
y ahora nos sobran las palabras mientras intentamos explicar
que ya no somos los mismos porque en el fondo lo seguimos siendo.

El tiempo pasa y nadie es consciente de lo que se lleva.
El tiempo pasa y nosotros con él.
No sé que va a ser de mi, qué voy a hacer,
dónde y a qué voy a dedicar mis días
pero si alguna vez tengo que escapar
sé con certeza que iré
sea donde sea que tú vueles.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Mientras duermes

Mientras duermes
un trozo de papel verde decide a quién matar
y a quién merece la pena salvar.
Mientras duermes
nos convertimos en eso
que criticamos en páginas y páginas de historia
que ahora manchamos de sangre
al repetir esos errores de los que nunca aprendimos.
Mientras duermes
un pueblo masacrado asesina a otro por un trozo de tierra,
por un dios sin memoria,
por un color de piel que sus pupilas manchadas de odio no alcanzan a ver,
por un final que no existe.
Mientras duermes
un niño mira las ojeras de su hermano
preguntándose si será la última vez que las vea.
Mientras duermes
el cielo se vuelve infierno
y el rojo se refleja en las caras
de todos los que nunca sabrán por qué a ellos.
Mientras duermes
una mujer se despierta al otro lado del planeta,
la cara de su hijo muerto aparece cada vez que cierra los ojos.
Mientras duermes
el primer mundo se mira el ombligo
mientras escucha en la televisión que hoy han sido 12,
pero que ayer fueron 10
y mañana serán 20.
Mientras duermes
dos hombres a favor de la paz
acuerdan no intervenir en la guerra.
Mientras duermes
el señor presidente se lamenta por las muertes
y envía armas al asesino.
Mientras duermes alguien canta.
Mientras duermes
sólo la voz de quien ha perdido todo
puede callar el ejercito de pesadillas que llena ese cielo al que nunca irán.
Mientras duermes
los sueños se caen como los muros
y en sus escombros muere la esperanza de quien creyó en un mundo mejor.
Mientras duermes, al otro lado del mundo, nadie lo hace.
Mientras duermes.

lunes, 18 de agosto de 2014

Abre los ojos

Estamos teniendo el mismo sueño pero en lugares distintos.
Yo te espero en cualquier lugar vacío y tú llegas cuando estoy a punto de irme.
La verdad sólo quería que me dijeras que sí.
Por si las dudas.
He tenido este sueño días seguidos,
semanas enteras.
Otras veces he vagado por los sueños de otros hasta encontrar el nuestro,
rendido bajo el pensamiento de que nadie se acuerda de él.
Ya hemos estado aquí antes.
Ya he sonreído en este sueño,
ya te he abrazado en este sueño,
ya nos hemos perdido en este sueño,
ya he escrito este dónde, este cómo y este cuándo
y sigo despertándome siempre en la misma parte.
Dime qué hay después de abrir los ojos.

lunes, 30 de junio de 2014

"Ven"

Se me nublan las ideas mientras pienso en la huida.
La nostalgia esquiva de no tenerte
me lee las manos como un libro de poesía que no terminas
porque sabes que ninguna de las próximas veces
va a volver a ser la primera.
Tengo heridas abiertas
como puertas a bares de los que nunca quieres salir;
bebes y te prometes que será la última vez
que te prometes que será la última
porque en realidad no quieres olvidar
y eso está bien,
porque el pasado es lo único que queda cuando te dices a ti mismo:
"vamos a hacer como si no pasara nada
porque en realidad pasan demasiadas cosas".
Sigo siendo poca cosa para arreglar toda esta mierda,
las personas siguen conformándose con ser sólo eso,
el mundo siguen siendo 4 capitales que no hemos destrozado juntos
y tú sigues siendo uno de los motivos más bonitos por los que luchar.
Pienso que cada uno olvida inversamente a lo que quiere:
si olvidas todo
no has querido nada.
Me pesa el paso del tiempo
y no sé si es por inercia
o por no pasarlo contigo,
por las horas muertas, es decir sin ti,
por los sueños dormidos,
por las pesadillas donde me convierto en un reaccionario más,
por la única palabra que quiero que me digas: "ven".
Ven a soñar hasta que la realidad se despierte.
Ven, porque no pienso dejar de esperarte.
Ven y no me preguntes qué me pasa,
se me ha olvidado como se define una duda.



jueves, 5 de junio de 2014

Ni siquiera la luna

Hoy he visto a la luna pedirle tu número
a la chica que te miraba al salir del metro.
Pero yo no se lo he dado.
Tú llevabas unos vaqueros caídos,
el pelo despeinado
y la sonrisa del que sabe ser feliz.
Llevabas además los ojos llenos de injusticias
que hubieses deseado no ver nunca
y las manos llenas de motivos para que así fuese.
Llevabas, en la boca, todos los sitios en los que siempre he querido estar
y en los bolsillos todo lo que te quedó por decirme a mí
y todo lo que te queda por decirle al mundo.
Llevabas el único corazón al que se dejó el mío
y la mirada del primero que supo mirarme y no sólo verme.
Por eso yo sigo menospreciando cualquier mirada que no sea la tuya,
sigo buscando entre colores el verde
y sigo intentando explicarme
frente a un mundo que no tiene explicación.
No tengo miedo
pero me faltan excusas
para empezar a mostrar
que sólo he aprendido a querer
sin propiedades ni trabas
porque es lo que significa el amor
y lo que yo espero de él.
Me faltan excusas
pero me sobran palabras para decir
que soy cualquier vaivén que no sabe lo que quiere
cuando vosotros sois lo que no quiero.

Contigo sé todo lo que tengo que saber:
que te quiero
y ni siquiera la luna puede hacerlo mejor que yo.



domingo, 11 de mayo de 2014

Replay



Voy en blanco
mientras espero a que alguien pase y ponga en verde los semáforos de mi vida.
A que alguien me la cambie.
A que seas tú otra vez.
Que la vida son dos días
y es muy fácil enamorarse, o eso dicen,
pero la mía son siete
y esos fueron los días que tardé yo en enamorarme de ti.
El primer día me enseñaste a querer ser lo que ya era.
El segundo aprendí que todo lo que quería hacer en mi vida
era mirar la tuya.
El tercero se fue volando detrás de nosotros,
y el cuarto nos emborrachó tanto
que nos hizo olvidarnos de cuando llegó el séptimo.
Entonces empezamos el juego
y ni siquiera sabíamos a qué estábamos jugando.
Nos quemamos,
y nos olvidamos de lo que éramos fuera de él.
La partida se acabó
pero reiniciamos una y otra vez
porque todo era precioso, alegre y valiente
como tus ojos cansados un día de agosto.

Reiniciamos y los días se hicieron meses
y los meses corazón
y el corazón se nos fue de las manos.
La distancia se hizo pequeña,
como los días se hicieron largos de no verte,
y las sonrisas tan grandes como los sueños que compartimos.
Pero la realidad se superpuso
y los sueños se hicieron pequeños,
y el corazón se nos volvió a ir de las manos.
Esta vez directo al suelo.
Ahí nos dimos cuenta de que el juego era la vida
y de que esta vida no era para nosotros dos.
El Game Over se apoderó de nosotros
y no tuvimos más remedio que dejarlo pasar,
que dejar pasar el tiempo.
Y la luna dejó de juntarnos las noches
y todo se volvió simple y común,
como antes de que tú aparecieras,
como ahora que ya no estás.
Como una ciudad con los semáforos rotos
y ni rastro de la única persona que los puede arreglar.

viernes, 18 de abril de 2014

Lo de ser o no ser

He visto al futuro olvidándose de mi.
Le he tirado una piedra
y otra
y otra
para ver si me escucha ,
para ver si rompe el cristal que me separa de la vida que esperaba,
para que se destroce, de una vez,
o me deje sus trozos para poder sangrar a gusto.
Juntos.
Yo y cualquiera que no tenga miedo de hacerlo conmigo.

Creces y te prometes ser mejor persona,
estar siempre con los tuyos,
enamorarte del que se lo merezca,
no defraudar a nadie,
pero al final sólo queda una versión de ti misma
con la que nunca saldrías a bailar.
Lo siento.
No soy la más guapa,
ni soy la más lista,
ni siquiera la mejor versión de mi misma.
No soy lo que esperabais
y eso es lo que ahora quiero ser.
No soy lo que digo,
no soy lo que hago,
soy lo que pienso
y por eso a veces te miro sin mirarte
porque todo lo que pienso empieza y termina en ti
como un circulo vicioso
donde el vicio son tus ojos,
donde el centro de todas las respuestas
son las preguntas que nunca he querido hacerte.
No me gustan las bodas,
ni las cenas,
ni los padres,
ni nada que tenga un nombre que no le haya puesto yo.
No me gusta el dinero,
no me gusta la policía,
no me gusta la gente,
no me gusta el mundo.
No quiero ser lo que todos son.
No quiero ser la chica por la que nosequién hizo nosequé.
No quiero ser la chica a la que le escribías poemas.
No quiero llorar en ningún poema.
Por eso ahora
voy a pasar por la vida
con el corazón a rastras y no en el pecho,
porque he aprendido a perder ganando
porque cuando sólo sabes perder
ganar es haberlo intentado,
porque cada paso que he dado
desde que me lo pisaron
ha sido un simulacro de volver a ser lo que era.
Entero y valiente
frente a una vida que siempre ha sido preciosa
y a la que yo nunca me he atrevido a llamar.

 

 

viernes, 28 de marzo de 2014

Vinilos

Me encanta bailar
pero soy la parte rayada del disco de tu vida.
Paso, una a una, las canciones
hasta llegar al estribillo que te recuerda a mí
a ver si encuentras así
algún motivo para volver.
Leo, uno a uno todos tus poemas
a ver si encuentro algo que me diga por qué ya no me escribes
y vuelvo, una y otra vez,
al mismo punto muerto.
Al punto donde nos dejamos morir.
Creo aprender a vivir sin ti
y aparece de repente,
golpeándome,
cualquier recuerdo en el que sonríes
y ya sólo recuerdo la salida de emergencia,
y la forma en la que me mirabas cuando me iba,
y como sonreíamos mientras nos creábamos las heridas el uno al otro.
Subo entonces al piso más alto de mis miedos
y grito que te quiero
porque, después de perderme a mi misma,
ya no tengo nada que perder
excepto el tiempo que tú
no vas a perder conmigo.

lunes, 17 de marzo de 2014

Ojeras


He soñado con ciudades vacías
donde los edificios no eran más altos que nuestros sueños,
donde nosotros éramos los dueños del tiempo,
donde la distancia juró no volver a vernos.
He soñado con ciudades donde la libertad
paseaba con nosotros de la mano,
donde llevábamos la tristeza debajo de los pies,
donde los valores se nos caían de los bolsillos.
He soñado con ciudades vacías de gente
y llenas de personas,
donde los que se miraban eran los corazones y no los cuerpos,
donde lo normal era follarse a las mentes,
donde lo raro era tener el corazón intacto.
He soñado con ciudades donde los que presumían
eran los que lo tenían roto,
como heridas de guerra,
como unas zapatillas desgastadas de tanto vivir.
He soñado con ciudades con derechos para todos
donde la única ley era ser libres,
y felices,
para elegir si querer serlo o no.
Donde sentirse lleno,
donde beberse hasta la última gota del vaso,
donde la vida era dar y recibir
y no recibir para dar luego.
He soñado con ciudades donde lo normal
era vestir ojeras,
donde las flores colgaban de las puertas,
donde escapar
era descender por ellas.
He soñado con ciudades en blanco y negro,
con ciudades en ámbar,
con ciudades tan azules como el cielo.


He soñado con ciudades sin guerras,
no me pidas que no duerma.
Me enamoraré de aquel que me lo prometa.

lunes, 24 de febrero de 2014

Kimey

Como no podía ser de otra manera, este poema tenía que llevar su nombre.
Gracias por todo Kimey.



Tiene dos ojos que parecen dos lunas
y desde que los vi por primera vez
quise que fuesen ellos los que alumbrasen el cielo todas las noches de mi vida.
Por su pelo he descendido al infierno
que es el cielo si está ella
y creo que en él se esconden las manos
de todos los que no le tocaron el corazón como deberían,
y aunque nunca la he tocado,
ni ella a mí,
juro que he guardado su corazón en mis manos
cada vez que se ha sentido sola
y ella tiene el mío
desde el primer día en que oí su voz.

Ansia cambiar el mundo
y él la espera a ella para volver a creer en sí mismo
porque no hay nada que necesite el mundo más que belleza
y belleza es lo que ella deja
cada vez que da un paso al frente
y le giña un ojo al pasado mientras sonríe.
Tiene mil sonrisas de mentira
pero sólo una de verdad,
y crece una flor en cada desierto
cada vez que es feliz.

Parece que todos los poemas la nombran sin nombrarla
y aunque se merece cien poemas de amor al día
aún no existe en el mundo
ni una sola palabra que la describa.
 
Yo mientras, vivo siempre en primavera
porque una vez que la conoces
nunca más vuelve a ser invierno.
Yo mientras, seguiré creyendo en el amor
siempre que ella siga siendo ella todos los días de su vida.
Tan suya, y tan mía.
Tan nuestra.

lunes, 17 de febrero de 2014

Poema triste para chicas alegres

Escribo poemas tristes
porque hace tiempo que ya no escribo cuentos sin final sobre tu cuerpo.
Un día creí escribirte el nuestro.
Estábamos tan equivocados.

Equivocarse contigo siempre es acertar,
pero ninguno gana.
El juego se convierte en acertijo
si la única manera de llegar es perdiéndome.
Y me pierdo,
en los peores bares,
en las canciones que dicen más que cualquier persona,
en tus ojos cuando te imagino al otro lado de la cama.
Y de repente son las 3 de la mañana
y tengo los ojos cansados de leer los mismos poemas de siempre,
vestida con las mismas penas de siempre,
usando en mismo suspiro de siempre.
Cansada.
Como cansado está mi corazón de quererte,
como cansado está mi tiempo de esperarte.
Cansada,
de esta espiral de histeria donde sólo sé hacerme daño.
Házmelo tú,
hazme creer que vuelvo a estar viva.
El amor es una mierda pero quiero volver a sentirlo,
a través de tu nombre,
a través de tu boca.
Hazme creer otra vez en el mundo
y cámbialo conmigo.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Podríamos


Podríamos no estar equivocados,
seguir cada uno por su camino
sin  mirar las flores pisadas que dejamos al irnos,
diluir la tristeza y hacerla pequeña
para que nos deje avanzar,
volver a mirar los ojos que solíamos mirar,
olvidar la historia en la que nos quisimos
en la barra de cualquier bar a las 6 de la mañana.

Mezclo la soledad y el echarte de menos con alcohol
para que no me sepan tan amargas las heridas
pero te imagino entre toda la gente
y la derrota se sienta en la silla de al lado.
Tú me miras y te acercas para decirme
que nunca habías visto un error tan bonito como yo
y yo te miro de vuelta hasta que te vas
y es entonces cuando me atrevo a decirte
que unir todos los errores de mi vida fue lo que me llevó hasta ti.
Por eso ahora el error soy yo.

Vuelvo a casa y empiezo, otra vez,
a unir los trozos de vida que se quedaron por el camino
para construir la que nos quedó a nosotros por vivir,
para la que tú creaste un mundo en tu cabeza
y yo en mi corazón.
Para la que nunca tuvimos tiempo.

Podríamos estar equivocados
dejar de pensar en lo nuestro y empezar a hacerlo,
abrir la ventana al pasado si vuelve hecho futuro,
bailar la canción que va de tu ombligo al mío,
subir a la luna y tirar el reloj,
volver a querernos con los ojos
y a mirarnos con el corazón.

Podríamos estar equivocados
y al mundo le daría igual.

viernes, 31 de enero de 2014

Cara a cara



Ahí fuera hay un mundo de casualidades jugando a parecerse a ti
mientras yo te sigo buscando en lugares donde sé que nunca te voy a encontrar.
La esperanza es lo último que se pierde
pero yo lo perdí todo el primer día que supe que te quería.
Perdí la tranquilidad,
medio corazón,
la cordura que me quedaba.
Perdí todo menos la sonrisa
y por eso siempre te llevo ahí.

Sigo pensando que eres como uno de esos amaneceres
que sólo te pasan una vez en la vida,
como el poema que siempre recuerdas,
como un piano sonando en medio de un campo de minas.
Eres los portazos en la cabeza,
las patadas en el corazón,
los tachones en el folio.
Eres todo eso que nunca va a ser mío
y lo estás haciendo bien, lo de olvidarme.

Ahí fuera hay un mundo de casualidades que no para de mirarme
y yo quiero probarlas todas
y no quedarme con ninguna
sabiendo que en medio de todas ellas
siempre va a haber un hueco para ti.


domingo, 5 de enero de 2014

Sin sentido

Camino por una calle que termina en un pozo de sentido.
Nunca llego y no es que esté perdida,
es que no quiero llegar.
Miro, y en vosotros sólo veo luces de colores.
¿A cual se supone que tengo que mirar?

"Tener que". Siempre he odiado esa expresión.
Y al amor, desde que no sale de tu boca.
No quiero más amor
y menos, que él me quiera a mí.
Sólo he hecho daño desde que llegó él a hacerme daño a mí.
A mí, que soñaba con tener 7 corazones para una sola vida
y no del revés.
Ahora, con la herida en la otra mano te escribo
para decirte
que la distancia son sólo 9 letras
y no son sólo 9 letras si decides apretar el gatillo.
Que llegué tarde y eso fue el principio,
pero también fue el final.
Llegué tarde y sentí pronto.
Para eso he estado toda mi vida sin sentir, supongo.
Para sentirte a ti, todo,
de todas las maneras.

Sigo caminando y sigo sin querer llegar.
No quiero encontrar el sentido
porque tú nunca has estado en él.