Camino por una calle que termina en un pozo de sentido.
Nunca llego y no es que esté perdida,
es que no quiero llegar.
Miro, y en vosotros sólo veo luces de colores.
¿A cual se supone que tengo que mirar?
"Tener que". Siempre he odiado esa expresión.
Y al amor, desde que no sale de tu boca.
No quiero más amor
y menos, que él me quiera a mí.
Sólo he hecho daño desde que llegó él a hacerme daño a mí.
A mí, que soñaba con tener 7 corazones para una sola vida
y no del revés.
Ahora, con la herida en la otra mano te escribo
para decirte
que la distancia son sólo 9 letras
y no son sólo 9 letras si decides apretar el gatillo.
Que llegué tarde y eso fue el principio,
pero también fue el final.
Llegué tarde y sentí pronto.
Para eso he estado toda mi vida sin sentir, supongo.
Para sentirte a ti, todo,
de todas las maneras.
Sigo caminando y sigo sin querer llegar.
No quiero encontrar el sentido
porque tú nunca has estado en él.
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