no consigo irme sin un rasguño en las entrañas,
la marca de quienes lo construyen,
una razón por la que nunca terminar de volver.
Me construyo nómada de corazón
y voy formando a trozos lo que soy
por cada dos manos que hacen de cada suelo un lugar que pueda sentir como hogar.
Así de absurda me parece la palabra patria,
como una persona que vive sin mancharse las manos.
Voy creciendo en cada esquina que no me ve,
en la sonrisa de cualquiera al que quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario