Nunca entendí del todo que era eso de leer entre líneas
hasta que tú y yo, empezamos a ser tú y yo.
Ahora sé lo que es porque no entiendo al destino
desde que sólo sé leer entre tus dientes,
y supongo, que tiene que ser algo parecido a eso.
Parecido a no saber dormir sin el beso previo de "buenas noches",
sin las buenas noches vividas contigo.
Sin manchar las sábanas de poesía
y de nosotros.
Supongo que es como no saber qué es la revolución
hasta verte cantar con ese no sé qué
que hace que dejes tu nombre escrito
en todos los corazones.
Supongo que es como esa disputa interna
de querer gritarle al mundo todo lo que eres
y que todos sepan que una parte de ti,
aunque sea pequeña, es mía,
y a la vez, no querer que nadie vea
que le quitas el protagonismo a la luna
cuando te reflejas en los charcos,
para que esa parte tuya,
siga siendo sólo mía,
aunque, repito, sea pequeña.
No te olvides de ella, ¿vale?
martes, 22 de enero de 2013
viernes, 18 de enero de 2013
Eternidad de ti
Quizás en lo eterno no valga la pena esperar
a alguien que derrite inviernos
al mover la boca,
ya sea para besarme o para hablar,
me muerdes el labio de ambas formas.
Quizás lo tuyo
sea hacer eterndades en cada vida que tocas,
pero es que cuando me tocas a mí
es tan facil olvidarse del tiempo
que me creo dueña
de querer quererte siempre.
Es que te recuerdo durmiendo,
con cara de cielo,
como si no supieses incendiarlo
cuando de colchones se trata.
Luego te despertaste y me miraste,
como si yo fuese un oasis en un desierto,
y, claro,
quise quitarte la sed.
Y llegó al reloj a apurarnos el tiempo,
pero esta vez
lo dejamos fuera de juego
porque el juego era olvidarnos de él.
sábado, 5 de enero de 2013
Mis 6 vidas y media.
Pensar en el futuro ahora
es como tener mil miedos
guardándose del mundo
bajo las sábanas de la incertidumbre,
esperando a que los destapes
y les digas que el único camino posible
empieza en tus manos
y termina en tus ojos.
Y es que por saber,
ya no sé nada.
Y nunca lo he sabido.
Sólo supe escribir
eso que tu me dabas,
que todavía me das,
a sabiendas de que así
en mis poemas
serás eterno.
Que me quedan 6 vidas y media que vivir,
que diecisiete años no dan para hablar de amor
y menos para hablar
de eso que tú das
que se le parece al amor
pero que no entiende de etiquetas
y que eleva la altura
del cielo donde un día,
y creeme que no sé que dia fue,
encontré mi lugar.
Y también sé,
que aunque el futuro me venga grande,
prefiero mil olvidos con él
que no terminar la guerra contigo.
Que en este guerra
te he tenido tantas veces sin tenerte,
que tenerte todos los días
sería fundir mis 6 vidas y media
en un sólo cartucho.
En el de verte cada mañana
haciendo juego con el café.
es como tener mil miedos
guardándose del mundo
bajo las sábanas de la incertidumbre,
esperando a que los destapes
y les digas que el único camino posible
empieza en tus manos
y termina en tus ojos.
Y es que por saber,
ya no sé nada.
Y nunca lo he sabido.
Sólo supe escribir
eso que tu me dabas,
que todavía me das,
a sabiendas de que así
en mis poemas
serás eterno.
Que me quedan 6 vidas y media que vivir,
que diecisiete años no dan para hablar de amor
y menos para hablar
de eso que tú das
que se le parece al amor
pero que no entiende de etiquetas
y que eleva la altura
del cielo donde un día,
y creeme que no sé que dia fue,
encontré mi lugar.
Y también sé,
que aunque el futuro me venga grande,
prefiero mil olvidos con él
que no terminar la guerra contigo.
Que en este guerra
te he tenido tantas veces sin tenerte,
que tenerte todos los días
sería fundir mis 6 vidas y media
en un sólo cartucho.
En el de verte cada mañana
haciendo juego con el café.
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