Arrastro las palabras al papel
aunque parece que no llegan.
Y como yo, tarde mal y nunca,
y encima a medias,
han conseguido estar
para disculparse
o al menos, intentarlo.
Siempre he ido con mi destino al lado,
como único equipaje necesario,
y por eso creo que sabes
que si me bajé en tu parada
fue sin planes,
y no fue a propósito
lo de morder las páginas
del libro que formas.
Que el verbo moder
tiene dos formas de hacerse
y sólo se vé la diferencia
al morder en el cuello, o en el corazón.
Asique yo, sin tener esto en cuenta,
mordí tus páginas, como queriendo hacerlo en tu cuello.
Me gustaba hacerlo. Me gustabas tú.
Pero quiero que sepas
que lo hacía por placer
no por necesidad.
Y no quería morder,
ni hacer daño,
ni siquiera marcar.
Sólo quería acariciar(te).
Y creeme, que el punto y seguido,
nunca es buena opción,
sobre todo cuando en la siguiente frase
se mezclan las ganas con las dudas.
Me disculpo por mi, por ser sólo la mitad,
y porque mis palabras no se hayan arrastrado antes al papel
para escribirte mejor.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Madrid y tú
Esta noche parece más bonita que ninguna otra.
Es la luna, que nos mira, y nos susurra diciendo:
"aprovechad cada segundo."
Eres tú y esa forma de ser,
de hacer del mundo música.
Tu boca es la única hipoteca que pagaría,
y así podría dormir en ella
mientras te espero.
Y es que es pensarte y mirar el reloj,
contar el tiempo y ver que cada tictac
es una cosa más de todas las que quiero hacer contigo.
Y esta es una noche más
de esas en las que me creo poeta
y capaz de describirte en palabras,
en las que luego me doy cuenta
de que eso es imposible
porque eres tanto
que no cabes en un papel.
Sólo cabes en mi sonrisa
porque la conviertes.
Madrid pone la noche,
pero tú pones los motivos.
Es la luna, que nos mira, y nos susurra diciendo:
"aprovechad cada segundo."
Eres tú y esa forma de ser,
de hacer del mundo música.
Tu boca es la única hipoteca que pagaría,
y así podría dormir en ella
mientras te espero.
Y es que es pensarte y mirar el reloj,
contar el tiempo y ver que cada tictac
es una cosa más de todas las que quiero hacer contigo.
Y esta es una noche más
de esas en las que me creo poeta
y capaz de describirte en palabras,
en las que luego me doy cuenta
de que eso es imposible
porque eres tanto
que no cabes en un papel.
Sólo cabes en mi sonrisa
porque la conviertes.
Madrid pone la noche,
pero tú pones los motivos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)