miércoles, 27 de abril de 2016

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Hay detrás de cada"no puedo"
mil niños jugando con tus miedos,
un mundo que gira sólo con el combustible 
de nuestras lágrimas y nuestro sudor
y un corazón esperando que suspires
para sentir que no está solo en esta hoguera de esperanza.
Hay, detrás de cada meta que nos imponemos
un cartel de "prohibido pasar"
que nos pone tanto como cualquier cadena,
la rutina que la construye,
nuestras manos que la aprietan
y una voz saliendo de tu cuerpo que ni siquiera puedes reconocer:
"caminamos sin saber a dónde,
caminamos sin saber,
caminamos...
no sabemos caminar sin saber a dónde".
Y un día la luz cegadora del sol entrando por la ventana
trae consigo sonidos que no conocías;
el eco de tu alma despertando,
y una puerta entreabierta que aparece ante ti
junto con un botón que activa lo que tú quieras,
sólo lo que tú quieras.
Grítalo y aprieta.