sábado, 5 de diciembre de 2015


Hace tiempo que dejé de buscar un mundo mejor
porque este me escogió a mí
y no creo en las casualidades.
Aprendí a amar a través de unos ojos verdes y tierra
que me enseñaron que la única forma de cambiar lo que nos rodea es amándolo;
sólo así tendremos la fuerza necesaria para conseguirlo.
No quiero escoger el camino fácil, encauzarme en la ira,
cubrir todo del cemento que nos encierra
y terminar diseñando mi propia jaula.
No estoy dispuesta.

Tengo el verde de sus ojos clavado en los míos
como un filtro natural de magia
para teñir todo de naturaleza y calma, de esperanza,
de en esencia pura,
de sentimientos sin contaminar.
Tengo la tierra de las semillas que crecían en su mirada
en las manos
para acariciar con ella todo lo que toco
y que el orgullo de quienes la trabajan haga de su voz la melodía que todos elijamos.
No elegí este mundo,
pero sí elijo esta vida.
Elijo cambiar, elijo crear,
elijo amar.