viernes, 18 de abril de 2014

Lo de ser o no ser

He visto al futuro olvidándose de mi.
Le he tirado una piedra
y otra
y otra
para ver si me escucha ,
para ver si rompe el cristal que me separa de la vida que esperaba,
para que se destroce, de una vez,
o me deje sus trozos para poder sangrar a gusto.
Juntos.
Yo y cualquiera que no tenga miedo de hacerlo conmigo.

Creces y te prometes ser mejor persona,
estar siempre con los tuyos,
enamorarte del que se lo merezca,
no defraudar a nadie,
pero al final sólo queda una versión de ti misma
con la que nunca saldrías a bailar.
Lo siento.
No soy la más guapa,
ni soy la más lista,
ni siquiera la mejor versión de mi misma.
No soy lo que esperabais
y eso es lo que ahora quiero ser.
No soy lo que digo,
no soy lo que hago,
soy lo que pienso
y por eso a veces te miro sin mirarte
porque todo lo que pienso empieza y termina en ti
como un circulo vicioso
donde el vicio son tus ojos,
donde el centro de todas las respuestas
son las preguntas que nunca he querido hacerte.
No me gustan las bodas,
ni las cenas,
ni los padres,
ni nada que tenga un nombre que no le haya puesto yo.
No me gusta el dinero,
no me gusta la policía,
no me gusta la gente,
no me gusta el mundo.
No quiero ser lo que todos son.
No quiero ser la chica por la que nosequién hizo nosequé.
No quiero ser la chica a la que le escribías poemas.
No quiero llorar en ningún poema.
Por eso ahora
voy a pasar por la vida
con el corazón a rastras y no en el pecho,
porque he aprendido a perder ganando
porque cuando sólo sabes perder
ganar es haberlo intentado,
porque cada paso que he dado
desde que me lo pisaron
ha sido un simulacro de volver a ser lo que era.
Entero y valiente
frente a una vida que siempre ha sido preciosa
y a la que yo nunca me he atrevido a llamar.